Queridas familias:
Confío en que os encontréis todos bien, aunque
seguramente la mayoría empezamos a tener casos más o menos cercanos de personas
afectadas por esta situación tan difícil e inesperada.
Si bien todos hemos recibido muchas recomendaciones
a nivel social, y desde el colegio los profesores están pendientes del ritmo
académico de los alumnos y de su situación, nos preocupa también cómo estáis
viviendo las familias este tiempo a nivel emocional.
Desde el centro somos conscientes de las tensiones
y dificultades que, sin duda, en muchas casas puede estar generando esta
situación. Por ello, hemos elaborado una serie de reflexiones por si os pueden
ayudar a que este tiempo de confinamiento sea menos dañino e incluso provechoso
en algunos aspectos:
ü Horarios
y rutinas sí, pero que
sean viables, con tranquilidad y cierta flexibilidad. Quizá no tengamos tanto
tiempo como en un principio nos parecía. Sí es conveniente ordenarlo de otra
manera más ajustada a la realidad actual, pero no os agobies si los niños se
aburren a ratos, muchas veces de aquí surge la creatividad. Y no os proyectéis
en exceso. De esto saben mucho nuestros hijos. Dejaos contagiar!!
ü Posibilidad de
cambios de humor según el día o
labilidad emocional. “Permíteselo”:
o
Pregúntale qué sabe exactamente de todo lo que está
pasando. Oye cosas, ve otras… pero puede que no sepamos realmente cómo está
interpretando lo que ocurre. Puede que te sorprendas.
o Infórmale correctamente. Seguramente te habrán
llegado vídeos ajustados a su edad.
o
“Esto pasará”, “ganaremos al virus entre todos”… y
volveremos a ver a los abuelos, primos, amigos, profe… ir al parque, colegio,
pueblo, playa… Pensad que el concepto espacio-tiempo de los más pequeños no es
el mismo que el nuestro.
o
Rabietas, enfados, miedos, rebeldía… pueden estar
más presentes. Es su manera de expresar la frustración o incomodidad. Intenta
tener paciencia y ofrecer alternativas que puedan devolverles a la calma.
o
Anímale a que exprese cómo se siente. Ayúdale,
seguramente su vocabulario emocional no sea amplio aun y no sepa hacerlo muy
bien. Dibujar, escribir, trabajar con cuentos… son herramientas útiles en
función de sus características personales y edad. Los pequeños pueden tener
mayor dificultad para ello.
o
Algunas ideas:
· Preguntar a los pequeños: ”¿Hasta dónde estás de
triste, contento, nervioso, con miedo…? Hasta las rodillas, hasta la cintura,
hasta la cabeza…?
· Cuento de “El Monstruo de los colores para COVID” (que
os han mandado las profes de infantil)
· “Cuentos para sentir, I y II”. Begoña Ibarrola.
Editorial: SM. Para primaria.
o Serán muchas las oportunidades que se generen para
practicar la asertividad: exponer mi opinión de manera que no hiera la
sensibilidad del otro. Actuación entre la pasividad y la agresividad. Intentad
aprovecharlas.
o
Da besos y abrazos a diario. En casa, si no hay
circunstancias que lo impidan, hay que seguir haciéndolo. Seguridad y afecto
son muy necesarios.
ü También
los adultos pasamos por cambios emocionales. “Permítetelo”
o
Las situaciones familiares de cada uno pueden estar
tranquilas o ser muy complicadas: problemas laborales, enfermedad cercana o
propia, problemas de convivencia, dificultades para la organización diaria…
Cuida y vigila tus pensamientos y
emociones a priori para poder controlar mejor tus reacciones.
o
Si te encuentras emocionalmente abatido puedes
explicarles a tus hijos qué te ocurre, de una manera apropiada a su edad. Si la
tristeza o angustia se hace excesiva procura que no te vean siempre así. Dales
también otra imagen positiva.
o Este es un tiempo fuerte que nos invita a cultivar
y afianzar especialmente las virtudes: templanza, fortaleza, prudencia,
esperanza… Practícalas.
ü Cuidad la relación con el resto de la familia: abuelos, primos, tíos…
y amigos. Educar en preocuparnos por los demás. Que se comuniquen con
ellos con frecuencia: whatsapp, videoconferencia para charlar, jugar online,
deberes con sus compañeros…
ü Lo positivo de esta situación es
el tiempo que, aunque sea de manera forzosa, pasamos mucho tiempo juntos. Es un tiempo para reencontramos
y vivir un poco más despacio. Los críos estarán encantados de jugar (y pelear) con
sus hermanos y sobre todo con vosotros, los padres. Buscad momentos para divertiros
y reír:
o
Comed y cenad juntos sin tele. ¡Hablad y escuchadles!
o Haced algo juntos: ver series, manualidades,
pintar, jugar a juegos de mesa, bailar, hacer gimnasia…cualquier cosa
divertida. Esto provoca sensación de bienestar, tranquilidad y seguridad.
o Salid al balcón a aplaudir con ellos para conectar
con los demás, trabajar el sentimiento de acción común, de responsabilidad,
solidaridad y cercanía con el resto del mundo.
Hacemos lo que debemos y lo que podemos, no estamos solos.
ü Respetad el espacio del
otro y su tiempo personal. A veces necesitaremos “aislarnos” un rato.
ü Aprovechad
para fomentar y afianzar la autonomía
de los hijos. ¡No retrocedáis en lo que ya habían conseguido! Este es el primer
paso para conseguir una buena autoestima y confianza en sí mismo.
ü No
olvidéis seguir poniendo normas y
límites, pero con paciencia y cierta flexibilidad.
ü Y,
sobre todo, rezad con ellos o
recordadles que lo hagan. ¡Solo el Señor
puede llenar el corazón y poner sosiego y esperanza en nosotros!
¡Desde el departamento de orientación os mandamos un abrazo cariñoso y
virtual, y mucho ánimo!
Departamento de Orientación
Colegio Virgen de la Caridad
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