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sábado, 28 de marzo de 2020

CUIDANDO EL ESTADO EMOCIONAL DE NUESTROS HIJ@S



Queridas familias:

Confío en que os encontréis todos bien, aunque seguramente la mayoría empezamos a tener casos más o menos cercanos de personas afectadas por esta situación tan difícil e inesperada.

Si bien todos hemos recibido muchas recomendaciones a nivel social, y desde el colegio los profesores están pendientes del ritmo académico de los alumnos y de su situación, nos preocupa también cómo estáis viviendo las familias este tiempo a nivel emocional.

Desde el centro somos conscientes de las tensiones y dificultades que, sin duda, en muchas casas puede estar generando esta situación. Por ello, hemos elaborado una serie de reflexiones por si os pueden ayudar a que este tiempo de confinamiento sea menos dañino e incluso provechoso en algunos aspectos:

ü  Horarios y rutinas sí, pero que sean viables, con tranquilidad y cierta flexibilidad. Quizá no tengamos tanto tiempo como en un principio nos parecía. Sí es conveniente ordenarlo de otra manera más ajustada a la realidad actual, pero no os agobies si los niños se aburren a ratos, muchas veces de aquí surge la creatividad. Y no os proyectéis en exceso. De esto saben mucho nuestros hijos. Dejaos contagiar!!

ü  Posibilidad de cambios de humor según el día o labilidad emocional. “Permíteselo”:

o   Pregúntale qué sabe exactamente de todo lo que está pasando. Oye cosas, ve otras… pero puede que no sepamos realmente cómo está interpretando lo que ocurre. Puede que te sorprendas.

o Infórmale correctamente. Seguramente te habrán llegado vídeos ajustados a su edad.

o   “Esto pasará”, “ganaremos al virus entre todos”… y volveremos a ver a los abuelos, primos, amigos, profe… ir al parque, colegio, pueblo, playa… Pensad que el concepto espacio-tiempo de los más pequeños no es el mismo que el nuestro.

o   Rabietas, enfados, miedos, rebeldía… pueden estar más presentes. Es su manera de expresar la frustración o incomodidad. Intenta tener paciencia y ofrecer alternativas que puedan devolverles a la calma.

o   Anímale a que exprese cómo se siente. Ayúdale, seguramente su vocabulario emocional no sea amplio aun y no sepa hacerlo muy bien. Dibujar, escribir, trabajar con cuentos… son herramientas útiles en función de sus características personales y edad. Los pequeños pueden tener mayor dificultad para ello.

o   Algunas ideas:
·  Preguntar a los pequeños: ”¿Hasta dónde estás de triste, contento, nervioso, con miedo…? Hasta las rodillas, hasta la cintura, hasta la cabeza…?
·        Cuento de “El Monstruo de los colores para COVID” (que os han mandado las profes de infantil)
·     “Cuentos para sentir, I y II”. Begoña Ibarrola. Editorial: SM. Para primaria.

o  Serán muchas las oportunidades que se generen para practicar la asertividad: exponer mi opinión de manera que no hiera la sensibilidad del otro. Actuación entre la pasividad y la agresividad. Intentad aprovecharlas.

o   Da besos y abrazos a diario. En casa, si no hay circunstancias que lo impidan, hay que seguir haciéndolo. Seguridad y afecto son muy necesarios.
ü  También los adultos pasamos por cambios emocionales. “Permítetelo”

o   Las situaciones familiares de cada uno pueden estar tranquilas o ser muy complicadas: problemas laborales, enfermedad cercana o propia, problemas de convivencia, dificultades para la organización diaria… Cuida  y vigila tus pensamientos y emociones a priori para poder controlar mejor tus reacciones.

o   Si te encuentras emocionalmente abatido puedes explicarles a tus hijos qué te ocurre, de una manera apropiada a su edad. Si la tristeza o angustia se hace excesiva procura que no te vean siempre así. Dales también otra imagen positiva.

o Este es un tiempo fuerte que nos invita a cultivar y afianzar especialmente las virtudes: templanza, fortaleza, prudencia, esperanza… Practícalas.

ü  Cuidad la relación con el resto de la familia: abuelos, primos, tíos…  y amigos. Educar en preocuparnos por los demás. Que se comuniquen con ellos con frecuencia: whatsapp, videoconferencia para charlar, jugar online, deberes con sus compañeros… 



ü  Lo positivo de esta situación es el tiempo que, aunque sea de manera forzosa, pasamos mucho tiempo juntos. Es un tiempo para reencontramos y vivir un poco más despacio. Los críos estarán encantados de jugar (y pelear) con sus hermanos y sobre todo con vosotros, los padres. Buscad momentos para divertiros y reír:

o   Comed y cenad juntos sin tele. ¡Hablad y escuchadles!

o  Haced algo juntos: ver series, manualidades, pintar, jugar a juegos de mesa, bailar, hacer gimnasia…cualquier cosa divertida. Esto provoca sensación de bienestar, tranquilidad y seguridad.

o  Salid al balcón a aplaudir con ellos para conectar con los demás, trabajar el sentimiento de acción común, de responsabilidad,
solidaridad y cercanía con el resto del mundo. Hacemos lo que debemos y lo que podemos, no estamos solos.

ü  Respetad el espacio del otro y su tiempo personal. A veces necesitaremos “aislarnos” un rato.

ü  Aprovechad para fomentar y afianzar la autonomía de los hijos. ¡No retrocedáis en lo que ya habían conseguido! Este es el primer paso para conseguir una buena autoestima y confianza en sí mismo.

ü  No olvidéis seguir poniendo normas y límites, pero con paciencia y cierta flexibilidad.

ü  Y, sobre todo, rezad con ellos o recordadles que lo hagan. ¡Solo el Señor  puede llenar el corazón y poner sosiego y esperanza en nosotros!



¡Desde el departamento de orientación os mandamos un abrazo cariñoso y virtual, y mucho ánimo!



Departamento de Orientación
Colegio Virgen de la Caridad

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